sábado, 21 de enero de 2017

Pipi Calzaslargas...proyecto actual.



       Cuando no existían los móviles ni los vídeo juegos, l@s niñ@s de mi generación asistíamos atónit@s a una realidad virtual con trenzas pelirrojas y un atuendo fuera de todas las modas:Pippi.

        Policías idiotas, padres confiados, fuerzas descomunales y mentiras que terminaban  siendo verdades...eso era Pippi. Y podía serlo, hasta en plena transición...

        Hoy, con una democracia supuestamente madura (si es que se puede considerar democracia madura aquella en la que los gobernantes siguen gobernando pese a ser descubierta su falta de honradez ), y una invasión de personajes heroicos de una dimensión humana imposible (me refiero a frikadas como las tortugas ninja y demás), me planteo cómo hacer vigente la magia y el poder  de un personaje semi-humano como Pippi...

         En una isla lejana, con flores amarillas y una naturaleza de ensueño jugábamos a creer que era posible una infancia distinta...y , al menos yo, la vivía cada vez que escuchaba los acordes de la melodía de la serie...


         Ahora la estoy viviendo de nuevo. Nunca superé la filosofía y la capacidad de soñar de Pippi...


....y, así, con medio siglo vivido, a diario me despierto sintiéndome ya en un mundo cuyos parámetros educativos se convierten en mi propio enemigo; y , el propio proceso de Pippi está realmente afectado por este tiempo que es,creo, cada vez más "malo para la lírica"...
        
     No seré Pippi. El entrañable personaje de trenzas naranjas lo encarnará Nazareth Martín. Yo seré la ninguneada que sueña a ser capitana...a dirigir el barco de sus sueños.Soy quien soy en el personaje central de nuestra próxima obra, soy  aquella que sueña durante el espectáculo la obra en si:

     Pobre señora, trabajadora pluriempleada, que sobrevive engrosando las listas de la mayoría, y que vive como la mayoría. Aquella que es quien nunca quiso ser, aquella que pudo ser otra y es quien es. Aquella que solo es verdaderamente cuando sueña. Soy mi madre? o soy yo misma? somos todas?

        A un mes del estreno, creo que tomé a Pippi para reclamar como heroínas a las señoras de la limpieza y a cualquier señora trabajadora de aquella época en que veíamos en la tele a Pippi...Homenaje a las mujeres del pasado, sencillas y analógicas, como lo muestran los acontecimientos como la indiferencia hacia los refugiados Sirios o el ascenso al poder de Trump.

     A veces pienso que ya no queda posibilidad de lucha. Solo de refugio en el sueño. Esta es nuestra Pippi, cediendo el protagonismo a un ser del montón, porque de lo que se habla no es de Pippi sino de la capacidad de soñar de un buen montón de gente, o de la posibilidad misma del oficio artístico.
    Voy a ser la limpiadora perdida y ninguneada...Y ¿qué más da ser limpiadora que artista? Menos importancia tiene hoy una artista que una limpiadora. Menos importancia tiene hoy un proceso creativo que unos exámenes...Menos importancia tiene hoy un disco de autor que una banda tributo...Menos importancia tiene un concierto infantil con música en directo que uno con play-back y gomaespuma...Menos importancia, menos caché, menos consideración social.

     En un momento socio-histórico en el  que un proceso creativo se considera la última de las prioridades, el proceso en sí se vuelve difícil, lo colectivo se torna individual y el interés pierde espíritu y se convierte en eso, sólo interés...

    El tiempo apremia, el presupuesto es cero...y por encima del interés y los plazos comerciales no hay nada...Intentamos, hoy, al menos, una tolerancia en la dirección que nunca tuvimos en los noventa...Divirtamos a nuestro equipo y comprendamos que ya nadie centra su vida en el arte...Si perdemos la capacidad de juego y desenfado no es posible hoy llevar a cabo un proceso como este. 
       Y, así, aquí  en Murcia, ni en Madrid, ni en Barcelona ni en Valencia ni en Bilbao...aquí....vamos construyendo Pippi... y, como tengo tanta suerte, he conseguido reunir un equipo fantástico. Ensayamos a cachos, ajustándonos a la difícil supervivencia en este gremio...y haciendo lo imposible por rescatar horas de tiempo común en nuestras divergentes ocupaciones artísticas...

                   Ahí va...Pippi, o Pepi, con su tesoro, sus piratas,su barco y su intención de que fuera de filosofías, el público viaje, sueñe, recuerde y recupere la FE...COMO SIEMPRE.

                            
  



     

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